Varios puertos listos para darle vida a tu robot. Puedes armar la placa desde cero y aprender electrónica. Lo más importante, si la puedes construir, la puedes reparar.
Cuando un niño o niña construye un robot, no solo construye sus conocimientos, crea un puente a la tecnología. Se hace ciudadano de la ciencia. Conceptos como palanca, centro de gravedad y torque, entre otros, se hacen parte de su mundo. Le ofrece ver desde otro punto de vista al mundo, poder imaginarse haciendo las acciones que implementa el robot. Matemática, lógica, algunas técnicas de resolución de problemas, entre otros entran a jugar un rol práctico que el niño adquiere motivado por hacer funcionar el robot. Más allá se articula nuevo vocabulario dentro de un lenguaje de procedimientos. Una forma de expresión abstracta que es difícil propiciar en otros escenarios. El juego es aprender a pensar de distintas formas, el robot es solo un objeto facilitador.
Icaro es una plataforma de hardware libre y software libre, lo que significa que todo esta disponible para ser estudiado y mejorado. No hay secretos de marca, ni restricciones de uso. Apuntamos a que sea viable su implementación a pequeña escala con producción local semi-industrial o casera.
La plataforma se presta para trabajar con niños de primaria, pero es suficientemente flexible para tener un rol en educación secundaria y universitaria. La idea es que siempre se puede profundizar más en esta plataforma, ya sea a nivel de electrónica o a nivel de programación. Pasar de los bloques a código escrito, de scripts recursivos a programas complejos. Lo mismo de encender un led pasar a controlar un sistema complejo, por ejemplo automatizando el hogar.